top of page
Buscar

Alimentación emocional

  • Foto del escritor: GLORIA CONTRERAS
    GLORIA CONTRERAS
  • 16 nov 2022
  • 1 Min. de lectura


¿Por qué nos hace tan feliz ese delicioso brownie o esa cremosa cucharada de nuestro helado favorito?

Afortunadamente, no es tan malo como parece y siguiendo estas pautas sencillas ya no tienes que sentirte culpable. Toma nota...

1- Estamos mentalmente programados para comer. Desde el momento en que nacemos y nuestra madre nos sostiene amorosamente para alimentarnos, existe una conexión emocional entre ser alimentado y ser amado. Los snacks que más se nos antoja están repletos de poderosas sustancias químicas naturales que nos aporta placer.

2- Céntrate plenamente en lo que estás comiendo. Evita las distracciones y dedícate exclusivamente a disfrutar y saborear cada bocado al máximo.

3- No te tomes el postre con el estómago vacío. Si acabas de almorzar una comida rica en nutrientes, es más probable que termines emocionalmente satisfecho con ese trozo de tarta de queso. El error se comete cuando te saltas la comida principal pensando que así te ahorrarás las calorías. Conseguirás un aumento del nivel de glucosa en la sangre y te sentirás hambriento antes de lo esperado.

4- Pregúntate si verdaderamente lo quieres. Si coges algo que realmente no deseas, es más probable que comas más porque no te satisface lo suficiente. Los caprichos nacen del antojo y no de la necesidad biológica de comer. Comerte una tortita de arroz no tiene sentido cuando lo único que quieres es darte un pequeño capricho.

5- Sin remordimientos. Nadie debe sentirse culpable por deleitarse en el placer que nos aporta la comida. No te odies por amar el cupcake de chocolate. Si comes algo que te hace feliz, siéntete feliz y punto.

Comments


Publicar: Blog2_Post
bottom of page